A una reflexión por concluir.
Ya sé que quieres llegar,
sé que no es inoportuno,
a tu lado sería estar
dichoso como ninguno.
Te soñé sin encontrarte,
te soñé sin sin esperanzas,
y ahora tengo la confianza,
y ánimos de esperarte.
Saldrás de un vientre que amo,
de su esencia y su ternura,
sentirás nuestra locura,
cuando ambos te soñamos.
Y aunque el mundo nos señale,
de locos y aventureros,
recuerda que yo te quiero,
por más que el mundo señale.
Ella y yo ya conversamos,
con llantos y alegrías,
con silencios y caricias,
con confianzas y reclamos...
Ya está dicha mi codicia,
acá juntos te esperamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario