sábado, 8 de enero de 2011

Caricias

Para Maye

Sabía que vendrías, esperaba tu rostro,
la noche estuvo clara hasta en las mismas paredes
donde se iban deshojando recuerdos y alaridos.

Era tu cuerpo un mar, casi callado,
de la misma materia que nuestros besos
y saboreé tu cuerpo, enamorado
y tuve tu piel hasta en mis huesos.

Eran tus ojos, complejos y ausentes,
del mismo color de las partidas,
supe de ti sin conocerte,
las mismas noches de mis heridas.

1 comentario:

Linda29693 dijo...

Un poema muy bonito; la verdad es que siempre me he inclinado a los poemas de amor sobretodo si insinúan un poco de erotismo. El poema es simple y aun así muy preciso para lo que quiere expresar.

Por narradora que soy, tengo esa manía de sentir poco y leer mucho, es decir: me fijo mucho en las palabras que se usan en el poema. Personalmente, no me gusta el uso de la palabra 'mismas' al final del poema porque ya ha sido mencionada más arriba; es más, me parece, y de muy buena manera te lo digo, que está sobrando. Siempre he sido partidaria de que la última estrofa o párrafo de cualquier escrito siempre debe ser contundente, que aunque al lector no le haya interesado el desarrollo, se pueda complacer por el final.

¡Discúlpame la crítica tan inexperta!