jueves, 3 de febrero de 2011

¿Qué eres?


una flor
no lejos de la noche
mi cuerpo mudo
se abre
a la delicada urgencia del rocío
Alejandra Pizarnik


Eres como un vals vienés, en una noche donde el vino es escaso

Eres como esa sombra que a veces nos da la sensación de alguien extraño
y que luego reconocemos como algo nuestro causado por la luz y la posición del cuerpo

Eres como ese café a primera hora de la mañana, que despierta un poco, que provoca ser acompañado con un cigarrillo

Para sentarse a pensar en esas necedades que pensamos los soñadores, los locos y los sinónimos que me haces ser

Eres como ese sueño que nos gusta a mitad del soponcio y, que al mismo tiempo desagrada porque se va, se pierde en la memoria o en su hoyo abismático.

Eres una playa desnuda de humanos, con ese sol nocturno que se enciende en esos ojos que se ven y todo se dicen,

Que se ven y todo se callan

Eres como las notas de este piano que ahora oigo, que Beethoven me dio para escribirte que eres como una fiesta del siglo XVII, solemne, callada, aburrida, exitosa

Eres como esa noche abierta que nos sale del pecho
como un latido de lluvia y de tristeza

Eres un chocolate que se derrite en los dedos

Y que provoca ser regado por los labios

¿Eres acaso esa mujer que he dibujado en mis palabras?

Eres. Ya no sé qué eres. Sólo sé que eres.

¿Pero, qué eres?

Este Cuerpo espera la respuesta... O al menos un alivio.

sábado, 8 de enero de 2011

Caricias

Para Maye

Sabía que vendrías, esperaba tu rostro,
la noche estuvo clara hasta en las mismas paredes
donde se iban deshojando recuerdos y alaridos.

Era tu cuerpo un mar, casi callado,
de la misma materia que nuestros besos
y saboreé tu cuerpo, enamorado
y tuve tu piel hasta en mis huesos.

Eran tus ojos, complejos y ausentes,
del mismo color de las partidas,
supe de ti sin conocerte,
las mismas noches de mis heridas.