Unión...

 Bajo la inmensa estela de la habitación,

nos encontramos amarrados al calor de sus paredes,

la luz impide que observemos el claroscuro

que se dibuja,

entre tu piel y la mía...

Benditas desnudeces.

Lo Posible...

A una reflexión por concluir.

Ya sé que quieres llegar,

sé que no es inoportuno,

a tu lado sería estar

dichoso como ninguno.

Te soñé sin encontrarte,

te soñé sin sin esperanzas,

y ahora tengo la confianza,

y ánimos de esperarte.

Saldrás de un vientre que amo,

de su esencia y su ternura,

sentirás nuestra locura,

cuando ambos te soñamos.

Y aunque el mundo nos señale,

de locos y aventureros,

recuerda que yo te quiero,

por más que el mundo señale.

Ella y yo ya conversamos,

con llantos y alegrías,

con silencios y caricias,

con confianzas y reclamos...

Ya está dicha mi codicia,

acá juntos te esperamos.

Ellos...

A ustedes Majo-karaisas.

Los amigos,
son las luces que nacen del olvido,
son los olvidos vueltos abrazos,
son los abrazos vueltos lágrimas,
son las lágrimas vueltas sonrisas,
las sonrisas del compartir.


Los amigos,
son pulmones que dan aliento,
son aliento inagotable de recuerdos,
son recuerdos que recorren las avenidas,
son avenidas pobladas de alegrías,
las alegrías del vivir.


Los amigos,
son tonos cálidos del saber,
son el saber de la pintura,
son la pintura del corazón,
son el corazón de las palabras,
son las palabras de la poesía,
son la poesía del andar,
son el andar del amor,
son el amor del soñar...

Son ellos,

Los Amigos.

Nuestras pieles...

Esperan ansiosas de alegría,
añoran un encuentro acelerado,
tocarse y encender lo inesperado,
sentirse de nuevo en compañía.

Descubrir las sombras vacilantes,
dibujar estrellas a cada paso,
incrustarlas en el alba con un lazo,
atarlas al rumor de los amantes.

Fotografiar cada roce que se añora,
ocultarlos en caricias fumadoras,
expulsar los negativos a la aurora,
contemplar la formula de amor abrazadora.

Nuestras imantadas pieles,
gritan al viento seducción,
ya llegará la ocasión,
de abandonar los papeles.

Sentimiento que naces...

Como un bebe prematuro,
ajeno a las sombras de la muerte,
Ocultando la cara de la injusticia,
Recordando las mañanas del pensamiento adolecido,
Marcando el compás de los pasos,
Observando las huellas alojadas en la piel.

Y sonríe el corazón adormecido,
Y se escucha el pensar de cada nube,
Y se lloran las ramas del encanto,
Y se duerme en agonías callejeras...

Cada vez que llega el huésped que detiene nuestra muerte,
Que comparte los besos tenebrosos,
Que se dejan caer en las montañas;

En los mares,
Que deja huella en el firmamento,
Que aloja dudas y desenfreno,
Resplandece la neblina del deseo.

Usando como cómplice la noche abrumadora
Cada estrella que duerme en la sonrisa
Cada roce de cuerpos en la aurora
Cada espacio ultrajado a la brisa.

Una espina que se incrusta muy adentro,
Una lágrima que recorre el hígado,
Mariposa azul que baja al hormiguero,
Hormiguero que brota de los sueños,
Recuerdo que hiere el intestino,
Abrazos calurosos escondidos...

Una muerte dentro de uno,

un sentimiento que nace.

Para: Mónica...!!!

Tus ojos,
son el reflejo del alma
de un dios que hace mucho creaste,

Tus manos,
son la seda con la que cada árbol,
en el despertar del alba desea sentir,

Tus labios,
son el reposo de rocíos aromáticos
que descansan en tus senos;
ésos que tienen la proporción de dos Orquídeas,
que esperan el insulto de mis caricias...

Dé jame escuchar,
las notas suaves de tus palabras,
acompañarlas con los graves de un Saxo,
que anhela impregnarse
con tus huellas...

Sabor a TÍ...

Y nos encontramos en una noche de azar y de encuentros,
dónde nuestros cuerpos están a la merced de tu piel.


Tu sonrisa descontrola la energía de mi alma,
loca por volver a probar de tus labios,
tu cuerpo pequeño y deseado descontrola mi hígado,
cansado, exsausto, de tanto alcohol marcado con tu nombre...


Mis pulmones cansados de probar tanto humo cobarde,
lleno de tu incertidumbre e ironía.


Tu sonrisa es capaz de aliviar el escandalo de mis parpados,
cansados de mirar tus pasos débiles y dudosos de mí.


Bailamos con paciencia y paz,
dejándonos llevar por tu placer que se domina con amor y entrega...


Tus caderas colocan el swing de todo el mundo ansioso por acariciarte,
pero ahí, estoy yo,
impaciente, alegre, vibrante,
por encontrar de nuevo tu sonrisa en medio de dudas;
el alivio que conforta mi alma es indescriptible...


Te encuentras de nuevo rozando mis pupilas,
mis lágrimas, mis noches inquietas por encontrarte,
mis pasos llenos del aroma de tus labios,
mi cuerpo loco por rozar el tuyo...


Tus senos se levantan al nivel del Everest,
para descansar en el Jazz que provocas al tocarme,
con sólo una mirada; mis piernas tambalean a ritmo de ska...!


Pero ya, la noche va poco a poco culminado a ritmo de melodías;
pesadas, escandalozas, que van acelerando las ganas de volver a abrazar tu piel...
Probar de nuevo el sabor a TÍ.

Ahí estamos con nuestras pieles; que contrastan con tu cabellera nocturna,

mostrando la pasión en un solo toque de nuestra telepatía.

Soñar, acariciarnos en medio de nuestra soledad,
llevar esos juegos eróticos observados a la realidad...

Temiendo que en el proceso,

desaparezca nuestra estertorada:

comunicación en silencio...

Otra Belleza...

Ubicada allí,
se encuentra ella, filosofando en un rincón oculto;
la luz tenue impide observar la brillantez de sus labios.
Su larga cabellera,
oscura como mi alma ansiosa por quemarme en sus caderas,
sus senos esculpidos por un Donatello...

Capaz de seducirte con una mirada,
envolviéndote en un mar de cavilaciones,
que giran en torno a hacerle el amor,
con su sola sonrisa...
la palabra orgasmo queda sumergida en la muerte.

Allí están ellos tratando de entenderse,
comunicándose a través de los ojos,
del olor de sus labios,
la colorida sonoridad que emana su entrepierna,
y un lago de sudor que acelera las palpitaciones de nuestros órganos...

Allí está el, cavilando con su otra belleza,
bailando bossa,
embriagados con caipirinha,
hablando de Caetano veloso,
del Cristo Redentor,
de las favelas,
de copacabana,
de Lula Da Silva,
en fín, perdido en Tí...

Mi Otra Belleza.

Horizonte Soñado...

Comienza a escucharse el sonido,
que surge desde el fondo de unas andanzas,
que con el caminar del tiempo engrandecen las pupilas,
de mis manos angustiadas e impacientes por tocarte...


Ya has estado en los bares,
ésos que en compañía de ¿Otro poeta...?
te hemos escuchado,
bajo nubes de humos densos,
de columnas de botellas,
de rincones inhóspitos,
dónde a nadie se le había ocurrido llegar...

Y practicar la bohemia,
ésa que a muchos les molesta e incomoda,
por el sólo echo de no servir de "ayuda" a las luchas obreras,
y que sin embargo lo a echo...

Pero él ya está listo,
con su sombrero,
su cigarrillo,
y la partitura que paso a paso le irá indicando,
que junto a ¿Otro poeta...?
se puede seguir en busca de la utopía,
aunque en el intento el azar,
aleje a esos seres queridos...

Que en un momento estuvieron acompañando,
junto con sus lágrimas,
las disecciones de copas,
cenizas hasta en los ojos,
ésos que la soñaron por un tiempo,
para que se quedara a acompañarlo en una noche,
que más que lejos,
está muy distante,
pero sigue atravezando terrenos,
calles,
llanos,
costas,
hasta que el destino por muy errante que sea,
me lleve hasta tí...

Mi horizonte soñado...

Renacer...

Y sopla la pluma,
que no es más que el fuego que se quiere alejar,


aún el fuego se resigna a extinguirse,
porque quiere mezclar su llama
con el ácido de la terquedad y la indesición,



pero el trata de extinguir mi fuego,
y dejarlo solo como una llama fría,
ante tu ácido temeroso...


La llama,
ya se encuentra en otros cuerpos,
en otros ojos,
en otros labios,
en otras manos,
que ansían,
que ahnelan,
que darían un escondite misterioso en sus cuerpos,
para quemarse con esa llama...

Adiós Milonguero.

Se apaga el cigarrillo,
y solo queda un sorbo,
los últimos arpegios de un Margot que fallaba,
que sigue insinuando a que se repita,
y el piano acelerando el tiempo,
de esta mañana marchita.

El violín que cambia el ritmo constante del humo,
esparciendo notas,
esparciendo lágrimas,
que van vaciando las copas.

Un LP tras otro se van dejando escuchar,
los lamentos milongeros;
la pista se haya sola,
el cenicero hasta reventar,
y las últimas gotas de vino no ansían acabar.

En una tarde...

De bossa,

escribiendo en una tarde de notas,
escribiendo en una tarde,
donde eres la rosa.

Dejándome llevar por las trompetas,
por el bajo que desgarra mi corazón,
con melodía,
con sintonía,
con pasión...

Que pasa por las calles olvidadas de nuestras andanzas,
recorre nuestros desiertos lejanos,
se alojan en versos profanos,
para soñarte en mi casa.

Escribiendo en una tarde de copas,
no hay más que una porque no estás,
para despojarnos de nuestra ropa,
en nuestro azar,
amor,
y demás.

Escribiendo en una tarde de jazz,
con el corazón acelerado,
con todo ese amor guardado,
que se convierte en fugaz.

Sigo tocando el piano,
en mis andanzas errantes,
en nuestro placer punzante,
donde voy siempre a tu lado.

No te detengas.

No me detengas al mirarte,

no detengas la angustia de mis brazos
por querer arroparte,

no me detengas en el aire de tus recuerdos,
para dejarme caer en el abismo de las lágrimas,

no detengas min manos bruscas
por querer tocarte,

no me detengas en la puerta de tu pecho,
para que sólo observe la lluvia,

no detengas mis labios
cuando en su búsqueda te encuentren,

no me detengas sobre tu piel,
como solo una gota que se seca,

no detengas mi amor,
encajonado como el juguete de un niño,

no me detengas
al querer soñarte,

no te asustes,
no dudes,
no te detengas al querer amarme...

Tal vez una calle me diga que te he olvidado,

tal vez el mar me diga que aún te recuerdo,

tal vez tu sueño se une al mío,

y me dejo acariciar como las piedras por el río,

tal vez emigro como las aves a otro lugar,

tal vez toco tu piel y sienta el frío,

tal vez no seas tú a quien debo amar,

tal vez te lo doy todo y no lo necesitas,

tal vez el león se vuelve fénix suelta una lágrima y resucita,

tal vez al mirarme sientes que la esperanza derramo,

tal vez al mirarte siento que las dudas derramas,

tal vez te haga falta un orgasmo que te haga recordar que me amas...

Recuerdos

Recuerdos de una calle del pasado,

dónde el olvido se convirtió en memoria,

dónde los pasos andados,

han sido borrados por la historia.

Recuerdos de una calle del presente,
dónde el olvido se convierte en risa,
dónde el asfalto es el ambiente,
y al recordarla siento su brisa.

Recuerdos de una calle futura,

dónde en mis andanzas aparece ella,

dónde se entrega y ama porque está segura,

dónde no hay más que luna y estrellas.

Alma de León...

Esperando que cruces el río de las dudas, del miedo,

miedo que no lo deja atacar con su cariño indomable,

soltarlo en tu ser,

se desborda por la melena, por los poros,

oculto entre los grandes pastos de la paciencia,

observando el paisaje se aleja,

no lo ves, pero sientes su ausencia,

algo cubre tu vista,

una nube gris ocultó tu sol,

un eclipse nocturno tu luna,

mientras sigue el camino por las anchas sabanas...

León que observa,

león que siente,

león que espera,

león ausente,

león pacientemente ausente,

león ausentemente paciente.

Con un cigarrillo te escribo,
con un cigarrillo te siento,
con un cigarrillo te recibo,
con un cigarrillo me alejo.

Con un cigarrillo compartimos,
con un cigarrillo morimos,
con un cigarrillo en silencio vivimos,
y en silencio con un cigarrillo todo lo decimos.

Con un cigarrillo vas,
con un cigarrillo vienes,
con un cigarrillo me abrazas,
impregnas mi cuerpo con el humo
y todo tiempo se detiene.

En un cigarrillo te veo,
en un cigarrillo te siento,
con un cigarrillo te escribo,
porque todo es más sencillo,
y entre nosotros no hay nada más,
que el placer de un cigarrillo.

Un cigarrillo basta para esperar por tí,
con un cigarrillo vendrás,
me amarás,
y de tu corazón saldrá
un frenético SÍ...

Mi ser

Te vas y en mi ser queda un vacío,

y aunque te siento llegar y acaricio tu energía,

igual la soledad invade mi ser,

el miedo a decirte lo que causas en mi ser,

la alegría de que no sepas lo que causas en mi ser,

el placer de que tu orgullo sabe lo que causo en tu ser,

la tristeza de que juntos,

no podamos ser.

Aca estaré

Te espero con deseo y con desganas,

no sé que tan alentador o triste pueda ser,

sentír como todo mi cuerpo sonríe y llora,

y las pocas esperanzas,

y las grandes ganas de volverte a ver,

que tu sonrisa me traiga

el triste, alegre y silencioso recuerdo,

de que en este instante,

seas tú esa mujer.

Amarte y perder

Amarte, hasta perder la memoria

Recordarte, hasta llorar

Odiarte, hasta poder perdonarte

Besarte, hasta en mis sueños

Tenerte, hasta que me pierdas

Amarnos

Empápame como la lluvia,

nada más con tus licores,

con ese delicado deseo que desbordas,

cuando siento que nuestros labios

se funden cual dos bronces.

Que no haya más que la noche

arropando nuestros cuerpos;

tus ojos, tus manos, tus palabras,

me dicten cómo y dónde acariciarte.

Besarte, amarte mengana,

que el alba nos diga

que su hermana la noche

nos capturó liberando esas mariposas,

y no pudo entender como tu y yo

nos volvimos uno y llegar a las nubes.